¿ Qué es una supernova ?.
Una Supernova es el resultado de la muerte de unas estrellas muy singulares.
En nuestro Galaxia, la Vía Láctea, existen unos 200 mil millones de estrellas. La mayoría de ellas son “Enanas Rojas”, es decir, astros pequeños y fríos de larga vida. Desde los orígenes del Universo aun no han tenido tiempo de morir. Las Enanas Rojas no producen supernovas. Contra más grande sea una estrella, es decir, contra mayor masa tengan menor será su vida. Estrellas como nuestro sol si que han tenido tiempo de morir, y muchas han muerto ya. A nuestro sol aun le quedan 4.500 millones de años de vida, así que espero no haberos preocupado demasiado. El caso es que estas estrellas, parecidas a nuestro Sol, tienen un final predecible. Cuando agotan su combustible, se produce un colapso inevitable, esbozando una “Nebulosa planetaria”. Esta bellísima estructura esta compuesta por las capas externas de la estrella muerta esparcidas por el espacio y por un pequeño resto estelar, conocido como “Enana Blanca”. Este cuerpo celeste posee el tamaño de nuestro planeta y aunque sabemos que va apagándose poco a poco, lo cierto es que tampoco ellas han tenido tiempo de morir en nuestro Universo. Son el destino de casi todas las estrellas de nuestra galaxia, como farolillos colgados en el cielo. Las Enanas Blanca no producen supernovas. ¿Seguro?… pues me temo que esta frase no es cierta en determinadas circunstancias. Y aunque sea un caso raro, lo cierto es que puede suceder y sucede. Y entonces si que se producirá una Supernova.
Pues hablemos de ese caso en concreto.
La “Enana Blanca” es lo que queda tras la muerte de una estrella. Cuando se forma en una pareja estelar las consecuencias son extraordinarias. Los sistemas binarios casi siempre tienen un origen común, algo así como las parejas de humanos (misma edad, mismos gustos, niños en común, etc). Es por ello que ambas Estellas llegan al final de la vida a la vez. Cuando una muere a la otra le queda poco. Eso quiere decir que al formarse la “Enana Blanca” su compañera esta en plena fase expansiva, es decir, se nos presenta como una “Gigante Roja”. La Enana Blanca se acabará convirtiendo en un vampiro, pues no dudará en chuparle la sangre a su moribunda pareja. La masa de la Enana se incrementará rápidamente, tanto que se rompe el equilibrio estelar. Es entonces cuando saltará por los aires, desapareciendo por completo sin dejar memoria de su existencia. Su pareja se convertirá en una “Estrella Fugitiva”, que será lanzada por el espacio a gran velocidad. Acabamos de explicar como suceden las Supernovas Tipo I.
Existe un segundo caso de estrellas singulares que producen una Supernova al morir. Me refiero a las “Estrella Gigantes”, lease hipermasivas en jerga astronómica. Cuando estas estrellas agotan su combustible son capaces de poner en marcha fusiones nucleares cada vez más energéticas. Así irán forjando materiales pesados en su núcleo hasta esculpir un núcleo de hierro del tamaño de nuestro planeta. Y aquí acaba toda posibilidad de mantenerse con vida. La estrella colapsará irremediablemente, dejando en esta ocasión un remanente estelar super denso, capaz de concentrar tres masas solares en una esfera de 13 km de diámetro conocida con el nombre de “Estrella de Neutrones”. En casos aun más extremos se podría formar un objeto aun más denso; un "Agujero Negro". Así sucede las Supernovas Tipo II.
¿ podemos ver, a simple vista, una supernova ?
En nuestra Galaxia suceden dos Supernovas cada siglo, aunque la interposición de estructuras interestelares varias suelen imposibilitar su avistamiento. Fuera de nuestra Galaxia la probabilidad de que se produzca una Supernova, como es lógico, es muy superior. En el Universo se producen cientos de supernovas cada año. Ahora bien, no debemos olvidar que el ojo humano no puede discriminar estrellas de una magnitud aparente menor a +6. Es por ello que la posibilidad de ver, a simple vista, una Supernova fuera de nuestra galaxia es verdaderamente baja. No sabemos cuantas supernovas habrán observados nuestros antepasados con exactitud, pero registradas tenemos "ocho supernovas, visibles a simple vista". La mayoría han sucedido dentro de nuestra Vía Láctea (185, 1006, 1054, 1181, 1572 y 1604) y un par de ellas, mucho más tenues, fuera de ella (1885 y 1987).
Las supernovas de nuestra galaxia fueron las más espectaculares. La primera conocida data del S.II dC y la última de principios del S.XVII dC. Fueron eventos my luminosos, tanto que la "Nueva Estrella" podía contemplarse a plena luz del día durante un mes y en la oscuridad de la noche durante dos años. Se llegó a alcanzar una magnitud aparente de -7.5 (SN 1006), superando a venusianas y casi alcanzando la intensidad de brillo de la Luna. Para mi, como enamorado de la astrofotografía, merece especial mención el remanente estelar llamado "Nebulosa del Cangrejo" que se formó tras la supernova del año 1054. Podéis contemplarla en la constelación de Tauro y es de una belleza indescriptible.
Las dos últimas supernovas observadas desde la Tierra han sido, para nosotros, de menor intensidad debido a su lejanía. A finales del S.XIX nos llegó luz de Andrómeda (+6) y a finales de S.XX de la Gran Nube de Magallanes (+2.9). Ambas supernovas sucedieron en galaxias vecinas, aunque su observación no puede compararse con las cinco anteriores. La mayoría de supernovas observadas desde casa han sido del Tipo Ia (185, 1006, 1572, 1604 y 1885) y solo tres de ellas se deben al colapso de una estrella gigante, es decir, tipo II (1054, 1181 y 1987).
¿ cuanta energía puede liberar una supernova?
Ya hemos comentado que si queremos abundar en el conocimiento de las supernovas tenemos que irnos fuera de nuestra Galaxia. En la actualidad la Supernova más potente descubierta (SN 2015L. Tipo Ic. Indo) ha liberado 20 veces más luminosidad que todas las estrellas de la Vía Láctea juntas y ha alcanzado una magnitud absoluta 570 mil millones de veces superior a nuestro sol. Al encontrase la Galaxia anfitriona a 4.700 millones de años luz de distancia, desde la Tierra solo ha podido detectarse el fenómeno con el uso de telescopios (magnitud aparente ha sido de +16.9). Las cifras son tan brutales que hay que dedicarle un buen rato para entender lo que realmente significa.
Los astrónomos aficionados también pueden cazar sus supernovas, como sucedió el 20 de Septiembre del 2016 cuando Victor Buso, se convirtió en la primera persona en fotografiar el nacimiento de una Supernova (SN 2016g) a 86 millones de años luz, en la Galaxia Espiral NGC 613 (Sculptor). Y es que la astrofotragía es para mi un reto permanente, quizás parecidos al que sentían aquellos navegantes del medioevo antes de lanzarse al mar. Una experiencia extraordinaria.